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ROCK VESTIDO DE ETIQUETA
he Hives en México
Por: Sara Herrera Landeros / Fotos : Plinio Santos / 11 de enero 2005 / rock.com.mx

A la gran camada de grupos que ha visitado la Ciudad de México últimamente, se unió la banda sueca The Hives, que en alrededor de una hora y cuarto conquistó al público que le recibía por primera vez en el Circo Volador.

Con una puntualidad que tomó desprevenido a más de uno, el concierto arrancó cuando mucha gente aun se encontraba haciendo cola en las afueras del inmueble para ingresar. Aun así, el lugar estaba prácticamente lleno, y el retraso de algunos espectadores no detuvo a unos Hives que desde el primer segundo, vestidos con los trajes que les caracterizan, arrancaron con una fuerza y actitud impresionantes.

Hubo muchos momentos destacados, sobretodo de cada integrante. Con un un kit de batería relativamente sencillo (7 piezas), el pie roto (según palabras del vocalista) y un peinado impecable, Chris Dangerous aportó redobles interesantes, como en "Main Ofender" y "Die, All Right!". Quizá el más tímido fuera el bajista, Dr. Matt Destruction, quien supuestamente se encontraba enfermo. Su momento llegó junto con el característico solo de bajo de "Hate To Say I Told You So", que duró un poco más de lo normal para darle notoriedad.

Más energético fue Vigilante Carlstroem, segunda guitarra, que durante todo el concierto acompañó en los coros y mostró una gran fuerza y velocidad para tocar su instrumento, elementos indispensables que han hecho notar las canciones de los Hives, y que incluso los han llevado a compararles con bandas de antaño, como los Sex Pistols.

En realidad no hay ninguna canción en el acervo de los Hives en la que se pueda notar algún rasgo de virtuosismo en alguno de los miembros de la banda. Aun así, Nicholaus Arson, primera guitarra, mostró una gran destreza en esa Telecaster blanca, aunque tal vez ese talento técnico se haya visto opacado por la espectacularidad con la que toca. Haciendo recordar a ZZ TOP, Arson se "paseó"

la guitarra por el cuerpo, haciéndola girar por su espalda para que regresara a la posición original. Aun más espectacular fue el vocalista, Howlin' Pelle Almqvist. Nunca se cansó de mantener la química entre la banda y el público, que como siempre agradece que le hablen en su idioma, aunque no sea del todo bien. A este hombre el mote de "frontman" le viene como anillo al dedo.

Ahora bien, algunas de las canciones más destacadas fueron, "Walk Idiot Walk", primer sencillo de "Tyrannosaurus Hives· (su último disco) y"Hate to Say I Told You So", el gran éxito. Curiosamente, el número que probablemente se llevó la noche fue "Diabolic Scheme", una balada. Pero es que cuando menos se pensaba, el silencio cundió en el escenario, y los miembros de la banda se convirtieron en estatuas. Así permanecieron por varios segundos, para luego retomar la canción.

Se cumplía una hora de duración y los Hives se despidieron. Tras un tiempo muerto, el baterista salió al escenario para animar al público con el simple compás de los platillos, así inició "B Is For Brutus", la canción más estridente de "Tyrannosaurus Hives". Tras un segundo encore, la banda se despidió con "a.k.a. I-D-I-O-T", de su primer disco, "Barely Legal".

Fue un concierto corto, pero espectacular y seguramente no defraudó a muchos, pero lo que es una pena que se siga estafando al público con el precio de las entradas. Probablemente en Europa, o en los Estados Unidos, el boleto habría costado al menos la mitad. El problema de los precios es que los conciertos de una banda como The Hives, con una trayectora de tres discos, son de corta duración, y no siempre desquitan lo que los seguidores pagan.

Dejando eso a un lado, es justo decir que aunque los Hives hicieron una presentación con tintes lúdicos, se entregaron musical y emocionalmente, mostrando un compromiso no sólo para lo que el público escucha, sino también para lo que ve.


www.rock.com.mx 2005