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El rock que desafina con Castro - El Nuevo Herald
Gorki Águila Carrasco y sus Porno para Ricardo
por : Wilfredo Cancio Isla / Fotos & Logo: pornopararicardo.com / agosto rock.com.mx©2005

Ha roto varias guitarras durante sus actuaciones en vivo, gritando que "son rusas y tienen que morir". No tuvo pudor para enseñar el trasero desnudo desde la escena del Teatro América en La Habana. En un concierto en Pinar del Río, el instinto lo llevó a lanzarle al público el dinero recaudado en las ventas de cassettes con la música de su grupo Porno para Ricardo. ''Eso se me ocurrió encima del escenario, algo espontáneo para darle a la gente lo que no esperaba'', recuerda Gorki Aguila Carrasco, acaso la personalidad más desafiante del movimiento musical underground que florece en Cuba a espaldas de la cultura oficial y de los escamoteos propagandísticos del poder. Sabe que la censura gubernamental no gusta mucho de canciones que hablan de anarquía y tolerancia, no future, no system, y del placer de la libertad que desoye las consignas ideológicas y las cacofonías del sacrificio revolucionario. Pero a los 36 años, Gorki ha decidido que no va a callarse. Ni como cultor del rock punk a la cubana, ni como ciudadano. Contra viento y marea, Porno para Ricardo se mantiene creando y ensayando una vez por semana desde un cuarto del apartamento que Gorki comparte con su padre en la barriada habanera de Marianao. La banda está integrada por Ciro Díaz Penedo (guitarra), Luis David González (batería), Oscar Pita (bajo) y Gorki (compositor, guitarrista, cantante y director). Y actualmente planea sacar otro disco independiente, luego de una primera producción artesanal que se distribuyó a finales del 2003, gracias a la firma mexicana Discos Antídoto. En México salieron entonces 1,000 copias con varios temas de un proyecto anterior que el grupo llamó irónicamente Rock para las masas (cárnicas), del 2002, ilustrado con la carátula de una libreta de abastecimientos, que a duras penas surte la canasta familiar de los cubanos. La salida del cd en México de Porno para Ricardo -- así se tituló -- coincidió con la estancia de Gorki en presidio, acusado de posesión de drogas en un proceso donde no se presentaron pruebas de los cargos imputados. La mayor parte de esas copias se utilizaron para promocionar internacionalmente el caso de Gorki, según explicó uno de los socios de Discos Antídoto, Toño Sánchez. El cantante fue detenido cuando asistía a un festival musical en la ciudad de Pinar del Río, el 20 de abril del 2003, en medio de una oleada represiva contra el movimiento disidente interno que concluyó con largas condenas de cárcel para 75 activistas. La represión gubernamental abarcó también otras manifestaciones de ''alta peligrosidad'' como los bancos clandestinos de vídeo, las ventas callejeras de queso y el acceso ilícito a la internet. Aunque su causa no tuvo tintes políticos, Gorki fue una suerte de prisionero número 76, rebelde e iconoclasta, antagonista del partisanismo que pregona el discurso oficial. Una supuesta fanática rockera se le acercó para ofrecerle una pastilla de Parkisonil. El artista le dio un cassette con su música y la muchacha, nombrada Yohandra, le puso un dólar en el bolsillo. El incidente ocurrió a la vista pública, tras la llegada de Porno para Ricardo a Pinar del Río. Horas después la policía fue a buscarle al lugar donde se albergaba la agrupación para inculparlo por tráfico de drogas. ''Fue una carnada'', reflexionó Gorki. ``Yohandra estaba mandada para fabricarme un caso y luego se arrepintió en la estación de policía, y así se lo confesó a mis familiares. Pero es obvio que no había escapatoria ni defensa posible, y tenían que sentenciarme. El juicio fue un circo''. La sentencia -- dictada el 6 de agosto del 2003 -- fue de cuatro años, basada en la supuesta proyección antisocial y la escasa participación del cantante en ''actividades revolucionarias''. Gorki permaneció internado por siete meses en la prisión de Kilo 5, en Pinar del Río, y luego fue trasladado al campamento laboral de Toledo, en las afueras de la capital cubana. Allí se sumó a un ejercicio artístico ajeno a su estética musical: un grupo de salsa ``para poder salir de la barraca y coger un aire en el infierno''.

Pero su nombre había comenzado ya a escucharse con suficiente frecuencia en círculos artísticos y foros internacionales como Freemuse, organización de derechos humanos que vela por la libertad de expresión de los músicos. Las gestiones de Freemuse, con sede en Copenhague, Dinamarca, tocaron incluso a las puertas del cantautor progubernamental Silvio Rodríguez y del ministro de Cultura, Abel Prieto. En marzo del pasado año, Gorki fue nominado al premio internacional Index of Censorship. Una reciente película filmada en Cuba por el director español Benito Zambrano, Habana Blues (2005), está inspirada en los focos alternativos de música cubana y, particularmente, en la figura de Gorki. Aunque el cineasta trató de visitarlo en la cárcel e incluso los actores le enviaron un guión cinematográfico firmado por todo el colectivo artístico, las autoridades cubanas no le permitieron entrevistarlo.

Fue puesto en libertad condicional el pasado marzo. Gorki ha vuelto a su música y al puesto de trabajo que desempeñaba antes del arresto, en el taller de serigrafía del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC). Graduado de preuniversitario y de formación musical autodidacta, es también un audaz dibujante. ''Estoy recuperando el tiempo de la prisión absurda'', confiesa durante una larga conversación con El Nuevo Herald, aderezada con un apagón eléctrico en su barrio. Esta es la primera entrevista periodística tras su excarcelamiento. ¿Cuándo comenzó tu fascinación por el rock? Desde muy joven, Led Zeppelin me rompió entonces la cabeza. En los años 90 me percaté de que muchos de los piquetes de Seattle tenían que ver con las expectativas de mi generación. Siempre soñé con subirme en un escenario. En 1998 concreté la idea y reuní los músicos. Los jóvenes rockeros cubanos mencionan con cierto culto el Patio de María, cerca de la Plaza de la Revolución, una institución convertida desde 1987 en espacio semialternativo de música y asociación. ¿También lo fue para ti? Sí. El Patio de María me impactó mucho. Ahí empezamos nosotros. Lo que sí teníamos era un propósito de cambiar la frialdad escénica que tenían los piquetes cubanos y por eso surgió Porno para Ricardo, para complacerme y suplir lo que no había. Yo quería decir lo mío.

¿De dónde sale el título de la banda? ¿Quién es Ricardo? Ricardo es un amigo pintor, conocido por sus obsesiones eróticas y su tremenda voluntad sexual, pero no forma parte del grupo ni tiene mucho que ver con éste. El título es un guiño.

¿Qué pretenden ustedes como agrupación rockera? No queremos ser originales, sino jugar al máximo con la espontaneidad. No buscamos transmitirle mensajes educativos a nadie, ni decirle a la gente lo que tiene que hacer. Cada concierto de nosotros es delirante. Me gusta que sean así: pura provocación. La insistencia de Porno para Ricardo es el erotismo, el sexo y los placeres mundanos, al margen de lo político.

¿Quiénes son y cómo reaccionan sus seguidores como parte de una juventud que el gobierno cubano se esmera en presentar en la trinchera política? Una vez escuché que en plena época del franquismo en España se produjo un boom de erotismo. No sé si es consciente, pero la gente se identifica y proyecta en el placer ante tanto ''¡Patria o Muerte!''. Quiero transmitir goce a partir de mi goce. La gente aquí no está para el sacrificio, ni para el futuro ni toda esa mierda. . . Al contrario, vive cada vez más lejos de la ideología y la política. El discurso oficial es absurdo y ya nadie se lo cree. De todas formas, a la hora de presentarse en público ustedes tienen que contar con las instituciones estatales. ¿No? Obviamente, aquí casi nada se mueve si no es oficial. Lo que se haga extraoficialmente te lo cortan. Eso está claro. Conseguir el local, el servicio de audio, todo es muy difícil. Siempre que vamos a dar un concierto [las autoridades] nos sientan a decirnos qué debes hacer y qué no. Ahora mismo, nosotros llevamos tiempo sin poder hacer un concierto. Aquí no pasa nada para nosotros y eso es desesperante. No nos difunden y si acaso se pone una canción nuestra en un programa musical es por vía de un socio que de vez en cuando se arriesga. El pasado junio la prensa oficial habló entusiásticamente del II Festival Internacional Caimán Rock 2005, que concluyó con un concierto masivo en la llamada Tribuna Antimperialista José Martí.

¿No los invitaron? No. Fue un festival de corte oficialista. No nos invitaron ni a ése ni a otro que hubo antes. Allí en ese mismo escenario, se presentó en mayo la banda estadounidense Audioslave como parte de una gira por Latinoamérica. Fue uno de los grandes conciertos de rock que se hayan dado en Cuba al aire libre en los últimos años. Las autoridades culturales cubanas dijeron que las restricciones para esas presentaciones vienen de Estados Unidos.

¿Qué piensas de esto? Yo asistí al concierto haciendo de tripas corazón, porque ese lugar me resulta repulsivo. Ellos [Autoslave] actuaron con mucho orgullo por ser la primera agrupación de rock norteamericana que llega aquí en mucho tiempo. A decir verdad los cubanos tienen muchas ansias de ver espectáculos de rock a nivel masivo. Son mitos del rock y verlos en vivo era casi obligado. En el público había gente de varias generaciones que tenían una asignatura pendiente. Pero a diferencia de otras épocas en que el rock fue desterrado de la vida nacional, ahora el gobierno parece interesado en asumirlo y absorberlo. Hay una apariencia de apoyo. Aquí los grupos rockeros no forman parte de una vanguardia contestataria. Son mayormente miméticos. Y si hay algo que molesta políticamente, van abajo. El rap ha sido más asimilado institucionalmente. Ahora se ha dicho que en el Patio de María, que ahora está cerrado para los rockeros, se pretende fundar una agencia para promover el rock. Y yo veo esto muy peligroso, porque es fácil comprar a un movimiento, neutralizarlo y ''ablandarlo'' facilitándole condiciones materiales. La película Habana Blues se estrena comercialmente en Estados Unidos a finales de este año.

¿Crees que se pueda ver en Cuba? , Bueno, yo sí la vi. Está circulando clandestinamente en Cuba. Sé que la distribuidora envió hace poco una copia de cortesía al ICAIC. Pero va a ser muy difícil que la exhiban aquí abiertamente para el público.

¿Cuál es en estos momentos tu situación legal? Yo estoy preso todavía, además de vivir en Cuba.

¿Y cuál es tu mayor aspiración como individuo? Ver crecer a mi hija Gabriela, de ocho años, y hacer lo que quiero en total libertad..

Los interesados en Porno para Ricardo o quienes gusten comunicarse con Gorki pueden hacerlo a través de la página electrónica www.pornopararicardo.com

Del disco de Porno para Ricardo editado en México [ver aquí]


universal music / www.rock.com.mx 2005